Estuve involucrado en una lesión que cambió mi vida de forma permanente y necesitaba la mejor representación disponible. Afortunadamente me presentaron a Rafferty Domnick Cunningham & Yaffa. A los cuarenta y tres años marcaron la diferencia entre vivir el resto de mi vida de forma independiente en casa en lugar de en un centro de vida asistida. Sus habilidades y profesionalismo me permiten tener una vida propia y criar a mi hijo. No hay mejor opción que este despacho de abogados.