Recientemente, mi esposa y yo estuvimos involucrados en un grave accidente de motocicleta. Conservamos a Rafferty Domnick Cunningham y Yaffa. Al conocer a nuestra abogada, rápidamente nos dimos cuenta de lo bien informada, cortés y amigable que es. Recibimos llamadas de ella 2 o 3 veces por semana para verificar nuestro bienestar y asegurarnos de responder nuestras preguntas durante este momento difícil. Ella fue verdaderamente una bendición. Permaneció vigilante y maximizó la ganancia de nuestro asentamiento. Ella y su personal manejaron nuestro caso de una manera muy atenta y profesional.